En el caso de que uno o varios herederos no deseen vender la casa heredada, se podría considerar la posibilidad de realizar una división del bien o, en último recurso, acudir a un juez para que este tome una decisión al respecto. Es importante tener presente que, en general, la venta de un bien heredado requiere el consentimiento unánime de todos los herederos, a menos que el testamento o la escritura de partición de la herencia establezcan lo contrario.

No, para poder vender una casa heredada es necesario que el bien esté a nombre del o los herederos que deseen venderlo. Por lo tanto, es fundamental realizar la aceptación de la herencia y, posteriormente, inscribir el inmueble en el Registro de la Propiedad. Solo de esta manera se podrá proceder a la venta. Es un proceso importante para garantizar que los nuevos propietarios tengan la titularidad legal del inmueble y puedan llevar a cabo la transacción de manera adecuada.

La venta de un piso heredado debe ser declarada en la declaración del IRPF correspondiente al ejercicio fiscal en el que se produzca la venta. Para calcular la ganancia o pérdida patrimonial derivada de la venta del piso, se restará al valor de transmisión del inmueble (precio de venta) el valor de adquisición (que puede incluir gastos como el impuesto de sucesiones y donaciones, los gastos de notaría y registro, etc.). El resultado se sumará a las ganancias o pérdidas patrimoniales generadas en el ejercicio correspondiente. Es importante recordar que, en caso de que el inmueble haya sido adquirido por herencia, el valor de adquisición se calculará como el valor de mercado en el momento del fallecimiento del causante. Esto asegura un cálculo preciso de la ganancia o pérdida patrimonial para cumplir con las obligaciones fiscales establecidas por la ley.

Efectivamente, existe una exención por reinversión en vivienda habitual que puede aplicarse a la venta de una casa heredada siempre y cuando se cumplan determinados requisitos. Para poder optar a esta exención, es necesario reinvertir el importe obtenido en la venta en la adquisición de una vivienda habitual en un plazo máximo de dos años. Además, el contribuyente debe haber residido de forma efectiva en la vivienda vendida durante al menos tres años antes de la venta.

Es importante tener en cuenta que esta exención solo se aplica a la vivienda habitual y que existen otros requisitos adicionales que deben cumplirse para poder beneficiarse de este beneficio fiscal. Si se cumplen todas las condiciones establecidas, la exención por reinversión en vivienda habitual puede suponer un ahorro significativo en el impuesto sobre la renta, facilitando así el proceso de venta de una casa heredada y la adquisición de una nueva vivienda para el contribuyente.