Son muchos los que piensan, que estamos repitiendo los errores del pasado, por la rapidez con la que parece recuperarse el sector inmobiliario.
Según el INEel 2017 se cerró con 464.432 operaciones de compraventa en España, un 14’6% más que en el mismo periodo que el año anterior.
Cambios después de la crisis
Lo cierto es que, tras la crisis del sector, estamos viviendo muchos cambios. A continuación, te explico cuáles son esos cambios:
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Recuperación moderada. Todavía quedan lejos las cifras de compraventaregistradas en 2006 / 2007 cuando se alcanzaron las 900.000 / 775.300 respectivamente. Según datos de los promotores, para que podamos hablar de recuperación se deberían construir 150.000 vivienda al año. En 2017 apena se construyeron 80.000 €.
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En alza la contratación de hipotecas a tipo fijo. Los españoles hemos aprendido con esta crisis, y los niveles de endeudamiento, son más razonables. Se procura que la vida de la hipoteca, no supere los 30 años. Si bien los bancos han reabierto el grifo del crédito, lo ha hecho para un perfil de cliente solvente, quedan muy lejos, las praxis del boom inmobiliario, donde se despachaban créditos a para todo el mundo.
Cada vez son más los que prefieren contratar una hipoteca a tipo fijo para toda la vida del crédito, alcanzando ya esta modalidad, el 40% de las contrataciones.
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Precios aún muy bajos. Las noticias del sector crean confusión a los propietarios de vivienda, cuando publican la recuperación del sector. Aunque lo cierto, es que las mayores subidas se están registrando en Madrid, Cataluñay en la zona turística mediterránea. En el resto, el crecimiento es moderado e incluso con caídas en la zona Norte. El precio de la vivienda en venta sigue un 40% por debajo de los precios de antes de la crisis.
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Se opta por alquilar en lugar de comprar. Ha cambiado la mentalidad. Un 40% de los españoles la tendencia es alquilar más y comprarmenos. La demanda de alquiler ha subido, ante la imposibilidad de comprar. Por otro lado, hay que sumar el boom del alquiler turístico. Muchos propietarios optan por esta modalidad por la alta rentabilidad que se ofrece.
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Compradores más exigentes. El comprador de hoy está muy bien informado, y no quiere renunciar a vivir en ciertas zonas, ni tampoco compra a cualquier precio. Tiene muy claro lo que busca, como lo quiere y donde lo quiere. La mayoría cuentan con un presupuesto al que se ajustan, por lo que, el tema del precio es el principal requisito que debe cumplir su futura casa.
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Han desaparecido los especuladores. Las grandes promotoras ya no dependen de los bancos. El pequeño inversor, busca seguridad y revalorización para sus ahorros, debido a la escasa oferta de productos financieros que sean rentables, por lo que, apuesta por la compra, atraído por la rentabilidad (En torno al 6%)
Seguir por el buen camino
Para continuar por el buen camino, estos cambios deberían ayudarnos a construir una buena base, para no repetir errores del pasado. Sin embargo, hay algunas amenazas que debemos empezar a considerar, como la escasez de suelo. Ya se empieza a pagar barbaridades por el suelo en algunas zonas concretas, esto llevará a que se tendrá que repercutir en el precio final de los pisos, por lo que, puede ocurrir que a esas viviendas, no se les pueda dar salida.
Por otro lado, se debe conocer bien a los futuros compradores, no todo el mundo quiere comprar o puede. Quizás se tenga que contemplar otras opciones como el alquiler, rehabilitación, etc.
Se empiezan a encarecer los costes de la construcción y se alarga el tiempo de entrega, debido a la falta de mano de obra. Con la crisis desapareció el sector y esas personas, encontraron otros medios de sustento en los que hoy permanecen.