La cancelación parcial de la deuda gana adeptos entre las personas con ahorros ante la baja rentabilidad de depósitos y cuentas
La creciente alza del euríbor está afectando negativamente a muchas familias y particulares que tienen hipoteca, ya que están experimentando un constante incremento en sus cuotas mensuales. Con el euríbor actualmente por encima del 3,5%, el índice de referencia para los préstamos hipotecarios ha aumentado en un promedio de 300 euros al mes debido al alza de los intereses.
Ante este panorama desalentador y con los costos de financiación por las nubes (los tipos de interés están en el 3% y se espera un aumento al 3,5% el próximo mes), cada vez más personas están considerando la posibilidad de amortizar parcial o totalmente su hipoteca como una forma de ahorrar a medio y largo plazo.
Las entidades financieras han observado un gran aumento en la cantidad de amortizaciones de hipotecas, especialmente entre clientes que tienen ahorros y que ven cómo la rentabilidad de sus ahorros es mínima.
La amortización de un préstamo consiste en pagar por adelantado el capital pendiente. Si la amortización es total, se cancela la deuda completa y se ahorra el pago de los intereses que genere el préstamo durante el tiempo restante. Sin embargo, se requiere una gran cantidad de dinero para cancelar la hipoteca por completo, especialmente si se ha concedido recientemente. Por lo general, no es común hacerlo al principio, a menos que se reciba un ingreso adicional inesperado (como una herencia o un premio de lotería).
En el caso de una amortización parcial, se devuelve por adelantado una parte del saldo pendiente de la hipoteca. En esta situación, se puede reducir el plazo para finalizar el pago (manteniendo la misma cuota) o reducir el monto de las cuotas (y mantener el mismo plazo).