Cuando nos adentramos en la compra de una vivienda en Antequera, una de las decisiones a las que debemos enfrentarnos, es la de ver si nos interesa comprar una vivienda a la que haya que realizar una reforma, ya sea integral o parcial, o bien buscar algo reformado y que este para entrar a vivir.
Vamos ayudaros con algunas claves que faciliten vuestra decisión.
Ventajas de comprar para reformar.
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La primera ventaja es obvia, el precio de mercado de viviendas para reformar es considerablemente más bajo. Nos puede suponer un ahorro de entre el 20% y el 35%.
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Tras la reforma hay estudios que indican que la vivienda se ha revalorizado en un 30%, tanto en precio de mercado como de cara a una tasación.
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Tendríamos una vivienda completamente hecha a nuestro gusto, con azulejos elegidos por nosotros, suelo, ventanas, puertas…
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El placer de estrenar algo. Disfrutaríamos de esa sensación, como la de conducir un coche por primera vez, aunque sólo hayamos cambiado el suelo.
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Posibilidad de conseguir la vivienda mejor ubicada. Al disminuir el precio de venta tendremos acceso a viviendas mejor ubicadas a un precio asequible, coincidiendo que la mayoría de viviendas a reformar se encuentran en zonas más céntricas.
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Más donde elegir. La oferta de viviendas para reformar es amplia, mucho más que la de viviendas que estén para entrar a vivir o reformadas, puesto que la demanda también es menor, nuestras opciones serán más numerosas.
Ventajas de comprar una vivienda reformada.
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Comodidad. No es ninguna novedad lo engorroso y tedioso que puede ser una reforma. Licencia de obras, selección de materiales, realización de la reforma, coordinación de los profesionales que la ejecuten, pintura, limpieza y acondicionamiento. Se puede convertir en una odisea si surge algún contratiempo.
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Plazos más cortos. Desde el día que salgamos de notaría con las llaves de nuestra recién adquirida vivienda, podemos disfrutar de ella, sin embargo, si nos decidiésemos por reformar, tardaríamos algunos meses en disfrutarla. Además del ahorro que nos supone no tener que pagar la hipoteca y alquiler de la vivienda en la que nos encontramos, mientras se realiza la reforma.
- Facilidades económicas. Éste es uno de los puntos clave puesto que es muy difícil encontrar financiación para realizar esa reforma.
Financiación
Supongamos que conseguimos financiar la compra de la vivienda al 100% y que teníamos unos ahorros con los que hemos pagado los gastos derivados de la compra-venta, habría que tener recursos económicos suficientes para poder pagar la reforma, que podemos estimar, que si es integral, puede suponer un coste aproximado de 200 €/m2, es decir, para un piso de 100 metros cuadrados habría que disponer de unos 20.000 euros para realizar la reforma.
Si no disponemos de esos ahorros y optamos por un préstamo personal, habría que sumar a la cuota de la hipoteca, un pago mensual considerable durante algunos años.
- Control exacto de la inversión. En una vivienda que esté en buen estado y podamos entrar a vivir sin necesidad de reformarla, podremos valorar exactamente cuánto hemos gastado desde el primer momento. En una una vivienda a reformar, es difícil cuantificar la cantidad total que vamos a invertir, ya que suele ocurrir, que nos dejemos llevar por aquellos materiales y componentes de mayor calidad.
Resumiendo
En conclusión, elegir piso a reformar o reformado, no va a depender tanto de las ofertas que encontremos, sino de la situación financiera del comprador, ya que tendrá que disponer de la capacidad suficiente para soportar los gastos derivados de la compra, la reforma y los ocasionados por la vivienda donde resida actualmente.